La cultura general era un conjunto de noticias sobre el pasado que las clases alta y media-alta manejaban familiarmente: “Demóstenes fue un gran orador”, “aquello era el Infierno de Dante”, “Napoleón murió en Santa Elena”. La mayoría de esas noticias no las habían aprendido a través del estudio (al revés que las clases populares, cuando llegaban a alcanzarlas), sino adquirido por ósmosis, en el ambiente (conversaciones, revistas ilustradas), y no solían ser objeto de ulterior desarrollo, a salvo la lectura de algunos libros y la asistencia a algunos espectáculos. La cultura general servía para dar un cierto trasfondo, una dimensión mayor a las cuestiones concretas que se ponían sobre el tapete. Hoy no existe una cultura general: lo que hay son subculturas de grupo y temas de actualidad. (The Tradition of General Knowledge es uno de los ensayos más admirables de Ernst H. Gombrich.)
18 de abril de 2012
Hoy no existe la cultura general
Por Francisco Rico
La cultura general era un conjunto de noticias sobre el pasado que las clases alta y media-alta manejaban familiarmente: “Demóstenes fue un gran orador”, “aquello era el Infierno de Dante”, “Napoleón murió en Santa Elena”. La mayoría de esas noticias no las habían aprendido a través del estudio (al revés que las clases populares, cuando llegaban a alcanzarlas), sino adquirido por ósmosis, en el ambiente (conversaciones, revistas ilustradas), y no solían ser objeto de ulterior desarrollo, a salvo la lectura de algunos libros y la asistencia a algunos espectáculos. La cultura general servía para dar un cierto trasfondo, una dimensión mayor a las cuestiones concretas que se ponían sobre el tapete. Hoy no existe una cultura general: lo que hay son subculturas de grupo y temas de actualidad. (The Tradition of General Knowledge es uno de los ensayos más admirables de Ernst H. Gombrich.)
La cultura general era un conjunto de noticias sobre el pasado que las clases alta y media-alta manejaban familiarmente: “Demóstenes fue un gran orador”, “aquello era el Infierno de Dante”, “Napoleón murió en Santa Elena”. La mayoría de esas noticias no las habían aprendido a través del estudio (al revés que las clases populares, cuando llegaban a alcanzarlas), sino adquirido por ósmosis, en el ambiente (conversaciones, revistas ilustradas), y no solían ser objeto de ulterior desarrollo, a salvo la lectura de algunos libros y la asistencia a algunos espectáculos. La cultura general servía para dar un cierto trasfondo, una dimensión mayor a las cuestiones concretas que se ponían sobre el tapete. Hoy no existe una cultura general: lo que hay son subculturas de grupo y temas de actualidad. (The Tradition of General Knowledge es uno de los ensayos más admirables de Ernst H. Gombrich.)
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