23 de octubre de 2012

Joan Llopis, evangelio rehumanizador

Por Juan José Tamayo
 
La vida del teólogo Joan Llopis, nacido en 1932 en el barrio de Gracia, de Barcelona, llegó a su final el 25 de junio del presente año. Su fallecimiento ha privado a la cultura catalana, a la teología posconciliar y al cristianismo en diálogo con la modernidad de una de sus voces más creativas y representativas. Cuatro fueron los campos en los que hizo aportaciones significativas: la liturgia, la teología, la traducción y los medios de comunicación.
 

La liturgia fue el terreno que más cultivó y en el que adquirió relevancia especial, hasta convertirse en uno de los pioneros de su reforma y de la aplicación del Vaticano II a la realidad catalana. Ejerció la docencia de esta disciplina en la Facultad de Teología de Barcelona, la Universidad Pontificia de Salamanca y el Instituto Superior de Liturgia.
 

Obra pionera fue La inútil liturgia (Barcelona, 1972), donde critica los aspectos mágicos que perviven en no pocas manifestaciones de la liturgia cristiana. Llopis pone en el primer plano de la liturgia el carácter celebrativo, festivo, ético, gratuito, solidario y simbólico frente al meramente ritual, destaca su función crítica y, más allá de su dimensión sacrificial, subraya la experiencia del compartir.
 

Para que la proclamación de la palabra en la liturgia conserve su dinamismo liberador, Llopis cree necesario que se den las siguientes condiciones: a) que no se haga de forma mítica al modo de los relatos de mitos eternos e inmutables, sino que mantenga una vinculación con la historia; b) que no se haga de forma ideológica, entendiendo por tal un sistema absoluto de verdades que se impone por sí mismo, sino que se haga como memoria de acontecimientos humanos en los que intervienen los diferentes factores sociales, políticos y culturales; c) que cuestione las realizaciones históricas defectuosas y contribuya a avanzar los procesos de liberación; d) que se ofrezca como promesa de un futuro histórico mejor.
 

Su teología se sitúa en el horizonte crítico de la modernidad, en el espíritu renovador del Concilio Vaticano II, en la perspectiva humanista del cristianismo originario. Llopis establece un vínculo inseparable entre fe y humanidad. Un enfoque que se encuentra ejemplarmente desarrollado en su obra El Evangelio (re)humanziador, que recibió el premio Joan Maragall. En este libro presenta el Evangelio como factor de humanización. Teólogo del Vaticano II, Llopis cree que hay cosas en dicho concilio que son irreversibles: la participación del pueblo, la interpretación de la Sagrada Escritura, la idea de pueblo de Dios y la autoridad como servicio.
 

Nada desdeñable fue su trabajo como traductor. Tradujo al castellano la magna obra Historia de la teología cristiana, tres volúmenes, de Evangelista Vilanova (Herder, Barcelona, 1987-1993). Mención especial merece su versión al catalán de la obra profética del teólogo italiano Antonio Rosmini Las cinco llagas de la santa Iglesia (Edicions Prou, Barcelona, 1990), cuyo destino fue el Índice de Libros prohibidos. Hoy su autor va camino de los altares.
 

Merece la pena recordar su intensa actividad en los medios de comunicación. Fue responsable de información religiosa, junto con Joaquim Gomis, del diario Avui. Colaboró asiduamente en las revistas Foc Nou, Serra d’Or y Questions de Vida Cristiana, las dos últimas de la Abadía de Montserrat, y contribuyó de manera muy positiva a la integración del cristianismo en la cultura catalana.    
 

La tristeza que produce en los familiares, colegas, amigos y amigas la muerte de Joan se ve compensada con la coherencia de su vida y la lectura de sus libros, que abren horizontes nuevos en la manera de pensar el cristianismo y de vivir la fe en un mundo secularizado. Gracias, Joan.

1 comentario:

  1. Magnifico articulo del Prof. y amigo J.J.Tamayo, sobre el personaje que nos dejó, la literatura y el perfume del Vaticano II. Hasta siempre.
    Saludos afectuosos del Palentino-consorte

    ResponderEliminar